Gustavo Sema, de Sanroque, en Quito, Ecuador; Eusebio Sanchez Vilar, de Oviedo y Vasil Ivanov Vasilev de Bulgaria, conversaban sobre sus cosas, cuando recién descendido del autobús que, de la calle Uría me llevaba al Cementenerio de El Salvador en Oviedo, con una rosa y un clavel rojos, camina hacia la tumba de mis padres. Bajo […]