Querido blog: me abruma la doble moral en la que estamos inmersos. Leo con estupor que Alemania ha boicoteado el Tour porque uno de sus ciclistas, el teutón Patrik Sinkewitz, ha caído en la red del dopaje. Pobre, a él que quería pedalear y volar, un vampiro le ha dejado fuera de la serpiente multicolor. Y lo que es más fuerte, ha privado del espectáculo a todo un país. Jo, qué fuerte.
Ahora bien, me pregunto cuántos mupis, carteles de autobús y anuncios, en definitiva, tienen amiles de jóvenes alemanes y alemanas enganchados a la escuálida imagen de Kate Moss. Pero a ella, ejemplo de virtud, que ya pasó por la ‘rehab’, nadie la boicotea. Todo lo contrario, la ‘top’ inglesa acaba de ser elegida por la revista ‘Forbes’ como la segunda modelo mejor pagada del mundo. Y eso que la primera acepción de modelo según la Real Academia es la de ‘persona o cosa que es punto de referencia para imitarlo o reproducirlo’.
Fíjate que a mí, con tanta hipocresía, lo que me parece es que está en crisis el eje francoalemán.